Ser líder, ser positivo, ser auténtico
No me canso de escuchar que estamos en un momento de falta de líderes auténticos. De personas capaces de liderar proyectos exitosos.
Jefe y líder no son palabras sinónimas, por mucho que a veces en el lenguaje coloquial las usemos como si tuvieran el mismo significado. Según el diccionario, “jefe” es una persona que tiene el poder de mandar sobre un conjunto de personas subordinadas, entendiendo como mandar la posibilidad de dirigir su comportamiento para que desempeñen una serie de tareas. Por el contrario, “líder” es quién encabeza y dirige un grupo de personas para que entre todos puedan conseguir los mismos objetivos. Mientras que un jefe sólo ordena y deja que los empleados se arreglen como puedan, un líder está al lado de sus compañeros, los ayuda y los insta a superarse. En este enlace se enumeran algunas características de cada una de estas dos personalidades. http://lamenteesmaravillosa.com/eres-un-jefe-o-un-lider/
Los líderes deben ser capaces de dar lo mejor de sí mismo actuando de la siguiente manera:
- Establecen objetivos claros;
- Son positivos;
- Esperan los mejor de los demás;
- Cuidan los detalles;
- Se rodean de los mejores;
- Agradecen y reconocen;
- Predican con el ejemplo.
No tengo dudas que aquellas personas que piensan en positivo, que actúan en positivo y que esperan que pasen cosas positivas son capaces de crear un ambiente adecuado que facilite la consecución de objetivos. La persona positiva esta predispuesta a aportar, a ayudar, a compartir la información, a generar oportunidades y sobre todo facilitan los recursos necesarios a los que les rodean para que se puedan realizar. Por el contrario los que tienen expectativas negativas son cómplices de la falta de éxito, porque generan desmotivación, desidia y fracaso.
Hablar de liderazgo es hablar de fe. Fe en uno mismo, fe en los demás y fe de los demás con el líder. La fe del líder en su equipo tiene beneficios positivos para todos los miembros y para su organización. Sin lugar a dudas, fe y confianza van de la mano. Si no brindamos nuestra confianza, no podemos reclamarla de los demás.
Además los líderes son capaces de alinear sus valores personales con los de la empresa. A través del conocimiento y potenciación de sus valores, los líderes adquieren el compromiso con la organización. La coherencia entre los valores personales y los de la empresa es clave para el éxito. Por eso ya en los procesos de selección del personal es fundamental conocer los valores de los candidatos para comprobar que podrán ser “compatibles” con los de la organización. De no ser así, corremos el riesgo de cometer un grave error.
El pasado jueves día 4 tuvo lugar la cena de gala anual de empresarios y directivos en la que se reconoció a 6 empresas de Lleida su lideraje auténtico. Después de un estudio realizado a una muestra de más de 30 empresas de Lleida, de mediana y gran dimensión, se ha constatado que al frente de empresas de éxito, hay líderes auténticos. El Liderazgo Auténtico es un modelo de liderazgo empresarial desarrollado en la Universidad de Harvard en 2006, que contempla el desarrollo en equilibrio de 4 ámbitos: liderazgo personal, liderazgo interpersonal, liderazgo cognitivo y liderazgo de valores. Los 6 líderes premiados en la gala de Ingenio 2014, Escuela de Liderazgo fueron: Jaime Iglesias (líder de IFR), Josep Esteve (líder de RODI), Xavier Batalla (líder de Cafés Batalla), Francisco González (líder de PLUSFRESC), Josep Dalfo (líder de DEKRA) y Xavier García (líder de SIM). Desde aquí felicidades a todos por vuestra excelencia.
Los líderes auténticos encuentran la forma de ponerse en la piel de los demás y hacerse esta pregunta: ¿Cómo me sentiría y qué querría si fuese esta persona? En mi opinión un líder auténtico se caracteriza por ser accesible, positivo, empático, atento, sensible, facilitador, catalizador, humilde y agradecido.
Para ampliar los contenidos de lo comentado en este post os recomiendo la lectura de este libro de Kouzes y Posner.
Sin lugar a duda los mejores líderes colocan a los otros en el centro del universo. Y su cualidad más importante es “ser capaz de ver una situación desde el punto de vista del otro”. Como dice Xesco Espar en su libro Jugar con el corazón: “Si quieres conseguir algo de los demás, sólo lo puedes hacer teniendo en cuenta los beneficios que ellos obtendrán.”